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Mostrando las entradas de 2013

Trabajo, oficio y experiencia

Hoy pienso renunciar a la compañía con la que, casualmente en este día, estoy cumpliendo exactamente tres años de trabajar en ella. Empece el 16/08/2010. La decisión la tomo porque definitivamente no soy hombre para ser operador, es decir trabajar con mis manos en el sentido exacto de la palabra. Soy persona para trabajar en otro ambiente quizás de oficina, para liderizar, para compartir con la gente, para crear, para gerenciar. Cuando tomé la decisión de venirme al campo hace un año (comencé el 01/08/2012) sabía a lo que me enfrentaba y lo logré. Aprendí mucho. Por primera vez sentí, después de más de once años viviendo en Norteamérica, lo que es racismo; trabajé con muchachos que podían ser mis hijos que eran mis supervisores, mis tutores o que, simplemente, tenían más experiencia que yo en las tareas que nos tocaba desarrollar y, por supuesto, no entendían como un "viejo" como yo no lo hacía más rápido o que cuando lo hacía, le decían: "Good Job, Josué". A pesar

Caminos y Esperanza, venezolanos siempre

“Este gobierno quiere hacer creer que todo el que está afuera le sobra la plata. Vayan y vean cuantos profesionales no hay con pre-grado y post-grado en la entrada de un restaurante. ¿Qué les decimos a los venezolanos que están en el exterior? ¿Qué le digo yo a esos venezolanos que hicieron como pudieron para comprarse un pasaje y agarrar un autobús y pasar, viajar, de un estado a otro para votar por nosotros? ¿Qué le decimos, que no vamos a seguir luchando?” Con estas palabras Henrique Capriles hizo honor al esfuerzo que casi cien mil venezolanos hicimos para poder participar el pasado 7 de octubre en las elecciones presidenciales. Un honor que, con orgullo, recibimos porque la patria la llevamos en el corazón, porque somos parte de esos millones de venezolanos que amamos nuestro país. Muchos son los que hicieron un enorme esfuerzo. Viajaron horas y horas, como lo fue desde Fort McMurray, al norte de Alberta en Canadá, hasta Vancouver. Casi 1.600 kilómetros, con poca nieve

Hugo Chávez: ¿la historia te absolverá?

“Señores magistrados: Nunca un abogado ha tenido que ejercer su oficio en tan difíciles condiciones: nunca contra un acusado se había cometido tal cúmulo de abrumadoras irregularidades. Uno y otro, son en este caso la misma persona. Como abogado, no ha podido ni tan siquiera ver el sumario y, como acusado, hace hoy setenta y seis días que está encerrado en una celda solitaria, total y absolutamente incomunicado, por encima de todas las prescripciones humanas y legales.” Fidel Castro en el juicio del Moncada, el 16 de octubre de 1953 Con esas palabras inició Fidel Castro el discurso que utilizó como alegato para su defensa ante el juicio que en su contra comenzó el 16 de octubre de 1953 por los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Cespedes, en Santiago de Cuba y Bayamo, Cuba, sucedidos en julio de ese año y que luego se publicara como documento con el título sugerido por su cierre: “La historia me absolverá” . No voy a comentar acerca de los alegatos de Fid

José Vicente, la conspiración es en serio

Hace algunas semanas, precisamente el 14 de enero de este año, conversaba con Daniel, uno de los tantos jóvenes venezolanos que les ha tocado, “no irse demasiado”, sino crecer en tierras lejanas a nuestra querida Venezuela y no por gusto sino por estar con sus padres. Me decía lo mal que se sentía por estar de manos atadas y no poder hacer algo por el rescate de la democracia en Venezuela, me preguntaba que íbamos a hacer el 23 de enero. Como él, son muchísimos los jóvenes que han crecido desde muy temprano y fuera de Venezuela conociendo solo el régimen que se impuso en Venezuela. Al no tener respuesta concreta se me ocurrió inventar una “Asamblea de Ciudadanos Virtual”, si, por Internet. Le dije: Daniel, dame unos minutos y ya te llamo, ya te digo que vamos a hacer. Inmediatamente llamé a esa mujer valiente, corajuda y que ha demostrado mucha gallardía, María Corina Machado. Después del cordial saludo de alguien que te llama y no tienes la mínima idea de quién es, le dije: Marí