Ir al contenido principal

Au Pied du Cochon

#UnaHistoriaQueNuncaAntesHabíaContado

 

En 1992 comenzó una de las mejores experiencias que he tenido en mi vida, personal y profesional. En marzo de ese año viajé a Washington DC y en junio comencé a trabajar como diplomático, Representante Alterno de Venezuela ante la OEA. Lo hice hasta noviembre de 1994. Inolvidable.

 

Muchas fueron las vivencias para ese muchacho de apenas 25 años recién cumplidos, soltero y curioso. Me registré en todas las listas de correos de la época que llegaban en sobre, todavía no existía para todos, la Internet. Apenas comenzábamos a conocer los correos electrónicos. La idea era estar al tanto de cuanto evento ocurría en la ciudad, sobre todo académicos y profesionales; charlas, conferencias, entre otros. Quería aprovechar cada día, todos los días.

 

Más de una vez participé en encuentros en donde tuve la oportunidad de conocer algunos profesores que habían escrito alguno de aquellos libros que me tocó leer en la universidad. Estaba fascinado. Tomé cursos de extensión en Georgetown University con reconocidas figuras. Como dice una amiga, "me estaba codeando”. Disfrutaba la ciudad.

 

Cuando viví en Arlington, Virginia, cada vez que me tocaba cruzar el Key Bridge para ir a la embajada en la calle 30, esa misma que fue secuestrada y vimos en las noticias hace algunos meses. Veía aquellas escaleras famosas de la película de Linda Blair, El Exorcista. Se hizo natural.

 

Pero estas líneas son para recordar un restaurant al cual fui a desayunar muchas veces los días domingo. La primera vez que lo hice no fue porque el brunch era rico, recomendado o algo por el estilo, que quizás era así. 

 

Lo hice —lo confieso— por conocer el lugar donde hacía apenas unos años ocurrió uno de los momentos más histriónicos de finales de la guerra fría. Como dirían algunos, un parapeto: el restaurante Au Pied du Cochon en Wisconsin Avenue. Allí ocurrió una historia, que si se quiere, es hasta chistosa. Algo así como ver a Peter Sellers como espía en alguna de sus películas.

 

La historia va por aquí: Vitaly Yurchenko era un agente importante de la KGB que se acercó a los americanos en Roma en agosto de 1985 y les dijo que estaba frustrado de su vida como espía, que se arrepentía de lo que había hecho y les empezó a pasar información; nombres de dobles agentes y más. La CIA se emocionó porque era el segundo a bordo de los que los espiaban a ellos mismos. En concreto, le creyeron.

 

Resulta que el 2 de noviembre de ese año, Vity, como era conocido por los Batman de DC en los 70, porque resulta que el tipo trabajó en la embajada soviética en esa época, fue la estrella de uno de los momentos más engorrosos para la historia de espías de los gringos. El tipo se escapó para regresar al URSS y dejó en ridículo a la CIA y a los gringos.

 

¿Qué hicieron los dueños de Au Pied du Cochon? Aprovechar el momento. Inventaron un trago, “Yurchenko Shooter”, Stolichnaya vodka y Grand Marnier on the rocks, y sus mesoneros comenzaron a relatar historias sobre Vity.

 

Por supuesto que mi primera vez en Au Pied du Cochon, mi primer brunch, fue en la mesa donde comió por útima vez Vity, no podía ser de otra manera. Después regresé más de una vez, así lo recuerdo, seguramente era bueno.

 

Pero, por supuesto, conocer ese rincón de la historia intrigante de la guerra fría en DC no me lo podía perder y así lo hice, tenía que comer en Au Pied du Cochon.




Comentarios

Entradas más populares de este blog

El día que nos enteramos por qué

#UnaHistoriaQueNuncaAntesHabíaContado Una tarde, a finales de enero de 2017 llegué a la casa de una cliente y amiga a buscar la encomienda que enviaría a Venezuela. Estaba sumamente estresada, no entendía lo que decía, «fue un terrible accidente, no sé quién está vivo y quién no, es terrible Josué, es terrible». Le pedí que se calmara y me explicara qué pasaba, me ofrecí a apoyarla en lo que fuera necesario.   Un poco calmada me contó que su ahijada vivía en Argentina y que el hermano de su novio tuvo un accidente de tránsito en Calgary. Lo único seguro que sabía era que dos de ellos, eran cuatro, estaban en el Hospital Foothills. Le pedí que se calmara y que se tranquilizara, que yo me acercaría al hospital a verificar quienes estaban allí, sus condiciones y todos los detalles posibles. Se calmó, aceptó mi ofrecimiento y me dirigí al hospital sin saber con qué me encontraría.   Lo que ocurrió esas siguientes semanas fue algo que me impactó de varias maneras, sobre todo en com...

Simón, la película, pasado y futuro

#UnaHistoriaQueNuncaAntesHabíaContado Cuando salió la película  Simón  me escribió mi amigo Juan peña y me dice: «Pana, tú que conoces gente por qué no contactas a los productores de  Simón  y tratas de traer la película para Calgary, se ve muy buena». Le respondí que lo intentaría. En los días siguiente escribí al correo electrónico que aparecía en las redes sociales de  Simón  pidiéndoles la oportunidad de presentar la película en Calgary, pero no obtuve respuesta. Si mal no recuerdo fue entre abril y mayo de 2023.   Pasaron los días, semanas y meses, y volví a escribir a finales de septiembre y obtuve respuesta. Me escribió mi hoy amigo, Jorge Antonio González, uno de los productores de  Simón . Su mensaje fue muy amable, algo que no ha cambiado hasta hoy día y que aprecio muchísimo.   Jorge me dijo que agradecía mucho el mensaje, que conversáramos sobre esa posibilidad y así lo hicimos. Me pidió algo de paciencia porque el equipo de Black...

El día que conocí a Jimmy Carter

#UnaHistoriaQueNuncaAntesHabíaContado   Acaba de fallecer a sus 100 bien vividos años, el expresidente de los Estados Unidos de Norteamérica, James Earl Carter, Jr., conocido por todos simplemente como Jimmy Carter. Está de más contar el legado que Carter nos ha dejado con ese gran esfuerzo que hizo luego de dejar la presidencia americana en 1981, promocionar la democracia, sus valores, la defensa de los derechos humanos, la participación ciudadana, la importancia que tiene la transparencia y elecciones completamente libres y justas.   Mi agradecimiento con él, por ese esfuerzo, lo quiero plasmar en estas líneas recordando aquel momento en el que tuve la oportunidad de conocerlo, personalmente, en uno de los días de gran importancia y trascendencia en la historia contemporánea de mi querida Venezuela. En esa oportunidad Carter estuvo acompañado por César Gaviria, expresidente colombiano que en ese momento era el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (...