Cuando era estudiante de la gloriosa UCV, en la década de los 80, me tocó presenciar una huelga de hambre en el Rectorado por un candidato a la FCU. El tipo era alto y sumamente grueso. Ese mismo personaje me lo conseguí después, en 1998, en Anzoátegui cuando era candidato a gobernador. Las cosas no estaban muy seguras para él así que se acercó al candidato que yo apoyaba para plantear una alianza. Lo curioso del personaje en dos tiempos: 1. Historia de una huelga de hambre suculenta: al finalizar su huelga de hambre y levantarse los colchones donde descansaba de noche en su abstinencia, hubo una ósea sorpresa: restos de huesos de pollo, algo curioso si uno toma en consideración que no puedes comer en huelga de hambre, ¿cierto? La verdad que pocos creían en la voluntad del personaje pero quedaron sorprendidos porque había tomado la decisión de hacer la huelga de hambre. Algunos tenían sus dudas, sin embargo le creyeron y apoyaron. Pero...
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